
Movimiento Libertario deja pérdidas millonarias a Otto Guevara y Grupo Extra
Personas y empresas aceptaron ¢520 millones en garantías libertarias que terminaron sin ningún valor
Sociedad Periodística Extra fue una de las principales entidades que le permitió su quinta campaña presidencial a Otto Guevara, luego de que ese candidato pasara meses sin obtener recursos y de que los bancos le “cerraran la puerta en la cara” a su partido, el Movimiento Libertario (ML).
El partido libertario le vendió más de ¢76 millones en bonos de deuda política a ese grupo empresarial —donde está Diario Extra y La Prensa Libre— a cambio de publicidad en sus páginas, asegurando que los bonos serían retribuidos con fondos estatales después de las elecciones.
Sin embargo, cada bono terminó con un valor menor al del papel en que fueron impresos: ¢0.
En total, el ML vendió bonos de deuda política por ¢320 millones a distintas personas y empresas. El propio Guevara le inyectó más de ¢86 millones a su carrera presidencial por medio de ese instrumento, siendo él mismo la segunda fuente de ingresos más importante de su campaña.
Además, el banco Promérica aceptó unos ¢200 millones en bonos como garantía para un fideicomiso hecho con la agrupación.
Así lo muestran los estados financieros del ML de enero y febrero, que fueron presentados al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) hasta inicios de mayo.
El valor de los certificados de cesión —conocidos como bonos de deuda política— dependía de la contribución estatal que esperaba recibir el partido con base en su apoyo final en las urnas.
Sin embargo, la esperanza de sacar valor a los bonos del Movimiento Libertario se esfumó el 4 de febrero, al quedar fuera de la Asamblea Legislativa y lograr solo 1% de los votos presidenciales.
“De haber sabido…”
Los certificados de cesión funcionan así: suponga que usted le da una moneda de ¢100 a un partido político y este le da un certificado que promete que esa moneda se la devolverá el Estado cuando reconozca la deuda política para cada agrupación.
Así, el apoyo en las urnas electorales decide que su certificado valga los ¢100 que usted prestó o que reciba menos o nada.
Por eso, un partido solo puede acceder al reintegro de gastos por deuda política del Estado si obtiene, al menos, 4% de los votos válidos en las elecciones.
El Movimiento Libertario no llegó a ese mínimo requerido.
El gerente de Telesur Costa Rica, Alonso Salazar, indicó que el equipo del ML les aseguró que sus certificados mantendrían su valor porque siempre les “salía”, al menos, 1 diputado por elección.
Así, esa televisora de Golfito aceptó ¢42 millones en bonos libertarios en la mitad de enero del 2018, a cambio de ¢37 millones de publicidad en el canal, en caso de que los bonos terminaran con un valor menor al esperado.
Dicha suma se tradujo en 15 días donde se transmitió un anuncio libertario durante cada hora, calculó Salazar.
“Fueron muchísimos anuncios y todo eso pasó a pérdidas de la empresa; la pérdida fue muy grande”, afirmó Salazar. “Los bonos aquí están guardados; no tienen ningún valor. De haber sabido, no se hubiera invertido tanto”, agregó.
Salazar afirmó que su canal también transmitió pauta del Frente Amplio (FA) y de los partidos Liberación Nacional (PLN) y Republicano Socialcristiano (PRSC), pero que su espacio fue menor y que pagaron en efectivo.
Telesur Costa Rica no fue el único medio televisivo que compró bonos del ML con publicidad: TV Pacific y Televisora de Costa Rica también aceptaron negocios similares, pero solo por ¢5 millones cada uno.
Los informes financieros también muestran que el ML vendió bonos de deuda política para elaborar volantes, calcomanías y vallas de su campaña.
Por medio de ese tipo de vínculos, los libertarios sostuvieron más de 60% de su propaganda para los comicios de febrero pasado.
Se intentó localizar a la gerente general del Grupo Extra, Iary Gómez, para determinar cuánta publicidad significó el acuerdo con el Movimiento Libertario, pero no se recibió respuesta al cierre de edición.
Portazos
Al sumar los gastos de propaganda y organización, el Movimiento Libertario usó unos ¢500 millones entre enero y febrero pasados, momento en que la mayoría de recursos entró a la campaña.
Entre los partidos que no accedieron a contribución estatal, el ML incurrió en la mayor cantidad de gastos según los datos del TSE.
El ML llegó a la campaña del 2018 como el segundo partido más endeudado del país, con casi ¢2000 millones cargados desde comicios previos, por lo que la mayoría de entidades financieras se mantuvo lejos de financiar una nueva carrera de Otto Guevara.
Los estados financieros señalan que, finalmente, solo el banco Promérica giró ¢150 millones a la campaña del ML por medio de un fideicomiso.
Los certificados de cesión de ¢200 millones que el ML puso de garantía para ese préstamo también quedaron sin valor. Ahora, la agrupación debe buscar una nueva garantía o mecanismo para pagar el fideicomiso con Promérica, indicó por teléfono el tesorero del ML, Carlos Herrera.
La deuda de Guevara
Después del desplome de febrero pasado, Herrera advirtió que la situación financiera del Movimiento Libertario era precaria y hasta sugirió cerrar el partido.
Solamente con Otto Guevara, dicha agrupación mantiene una deuda de ¢690 millones, según los estados financieros. Ese es el mayor adeudo que un partido político costarricense arrastra con una persona física por comicios pasados.
Tal carga no impidió que Guevara comprase más de ¢116 millones en bonos de deuda política a su propia bandera este año, que pagó con ¢86 millones depositados en la cuenta bancaria del ML.
El empresario Alberto Argüello dijo que estaba consciente del riesgo cuando aceptó ¢33 millones en bonos libertarios a cambio de la elaboración de toldos y para pauta en su periódico, El Florense.
“Manejamos el tema de los certificados pero jamás pensé yo que [el Movimiento Libertario] no iba a sacar, aunque fuera, un diputado”, dijo Argüello, quien aseguró que también ofreció servicios a Renovación Costarricense (PRC) por certificados de cesión, aunque comentó que fue una escala menor a la libertaria.
Renovación Costarricense tampoco obtuvo los votos suficientes para que sus bonos de deuda política valieran algo.
“Como decía mi papá: en la vida, no todas son maduras”, dijo Argüello.
Ilustraciones: Camila Garro *