Pérez Prado: El cara de foca
De joven pianista a uno de los precursores principales del mambo. Así fue el brinco que dio Dámaso Pérez Prado a lo largo de su carrera de más de 40 años.
Matanzas, Cuba es la ciudad natal del Rey del mambo o Cara de foca, como le apodó uno de sus compañeros musicales, Benny Moré. Desde muy joven inició en el piano, pero fue hasta 1940 que se dio a conocer en La Habana junto a la orquesta Casino de la Playa.
Esta orquesta se convirtió en su laboratorio de aprendizaje. Ahí experimentó con nuevas sonoridades y estructuras armónicas, y este aspecto le ayudó a más adelante incursionar con las fusiones musicales que le dieron origen al mambo, a su estilo, un género con el que logró fama mundial.
Sin embargo esta aparición en Casino de la Playa solo marcó el inicio de su carrera ya que su popularidad la logró al viajar a México, sitio en el que ya se habían establecido algunos de sus compatriotas como Benny Moré y Ninón Sevilla.
En México, Pérez Prado formó una orquesta al estilo de las grandes bandas de jazz pero le agregó la percusión afrocubana. Con esta orquesta creó su propia versión del mambo.
Ya para ese momento nos ubicamos en los años 50. Pérez Prado tocaba en los lugares más concurridos de la época: el Margo o el popular Los Angeles y además salía con sus músicos a otros países como Venezuela, Argentina y Estados Unidos. Entre los músicos que le acompañaron en ese momento se puede citar a Clemente Piquero, Guadalupe Montés, Donald Dennis, Modesto Durán, Leo Acosta, Joe Carioca y Benny Moré.
El Cara de Foca ganó reconocimiento en todo el hemisferio occidental y con el paso de los años, y a pesar del declive de su popularidad, siguió siendo una figura respetada, especialmente en México.
A finales de los 80, Pérez Prado falleció a sus 72 años. Luego de más de 15 años de haberse retirado de la música y permanecido en su departamento en México.
En el 2015 se celebraron 100 años de su nacimiento y actualmente su música y legado continúa en los salones musicales bajo el nombre de Orquesta de Pérez Prado y con la dirección de su hijo, Dámaso Pérez Salinas.